La práctica de la mediación es tan antigua como la humanidad: la intervención de un tercero neutral para ayudar a dos o más partes en conflicto a que ellos mismos resuelvan sus diferencias se ha dado de formas diversas en la mayor parte de las sociedades.
El 7 de julio de 2012 se publicó la Ley 5/2012, de 6 de julio, de mediación en asuntos civiles y mercantiles. El objetivo es que los ciudadanos puedan resolver sus diferencias sin necesidad de acudir a juicio, además de promover una cultura conciliadora. Se trata de incorporarse a la Directiva 2008/52/CE del Parlamento Europeo. Este hecho ha facilitado la promoción y el desarrollo de nuevos servicios de mediación en el territorio español.
Para la aem, la mediación, es un método de trabajo, que profesionales cualificados ponen al servicio de las personas, de las comunidades y de las empresas, para intentar resolver una situación de conflicto.
Para ello, será necesario que las partes implicadas en el conflicto, de manera voluntaria acepten formar parte del proceso de trabajo, que junto con un profesional de la aem, iniciaran en un momento concreto. La mediación, como sistema alternativo para la gestión pacífica del conflicto, permite trabajar las diferencias, promover la prevención de los conflictos, afrontarlos y neutralizarlos o resolverlos, desde las primeras fases de su aparición. Evitando los costes personales y profesionales asociados.
Los profesionales que ejercen de mediadores en la aem
En Ley 5/2012, de 6 de julio, de mediación en asuntos civiles y mercantiles, se recoge que:
“ La figura del mediador es, de acuerdo con su conformación natural, la pieza esencial del modelo, puesto que es quien ayuda a encontrar una solución dialogada y voluntariamente querida por las partes. La actividad de mediación se despliega en múltiples ámbitos profesionales y sociales, requiriendo habilidades que en muchos casos dependen de la propia naturaleza del conflicto. El mediador ha de tener, pues, una formación general que le permita desempeñar esa tarea y sobre todo ofrecer garantía inequívoca a las partes por la responsabilidad civil en que pudiese incurrir”.
Los profesionales que integran la aem reúnen los requisitos necesarios para el cumplimiento de sus funciones y son un garante de que los procesos de mediación serán llevados a cabo con eficacia, eficiencia, calidad y calidez.